La receptividad endometrial o uterina se define como la capacidad del útero para permitir que un embrión llegue a implantar y dar inicio a una gestación.
El endometrio es la capa mucosa del útero en la que el embrión se adhiere, forma el saco gestacional y da lugar así al comienzo del embarazo.
Para que esto pueda ocurrir, el endometrio tiene que estar receptivo, es decir, contar con las condiciones óptimas para la implantación del embrión.
Existe medicación hormonal que permite un desarrollo endometrial adecuado que facilite el embarazo en pacientes de reproducción asistida. No obstante, hay algunos consejos que podrían seguir todas las mujeres en su día a día para fortalecer el endometrio antes de un embarazo.
La implantación embrionaria es el momento en que el óvulo fecundado se desprende de su cubierta (zona pelúcida), se adhiere al endometrio y se ancla a éste para iniciar su desarrollo intrauterino.El embrión que realiza la implantación se encuentra en estadio de blastocisto, el cual se alcanza entre 5 y 6 días después de la fecundación.
Para que la implantación tenga lugar y se consiga el embarazo, existen dos factores clave:
•Calidad del embrión.
•Preparación del endometrio.
Estos aspectos permiten la adecuada sincronía e interacción entre útero y embrión
Para que el embrión pueda implantarse, debe estar en estadio de blastocisto, una estructura esférica en la que se diferencia una capa externa de células (trofoectodermo), la cual dará lugar a la placenta, y una masa celular interna, que será la que origine al propio embrión y futuro bebé. Después del viaje desde la trompa de Falopio hasta el útero, el embrión se posará y se anclará al endometrio para poder formar el saco gestacional y todas las estructuras embrionarias. Durante la implantación, el embrión rompe los vasos sanguíneos del endometrio y forma unos nuevos que le permitan nutrirse a partir de la sangre materna. Al romper estos pequeños vasos, es posible que tenga lugar un ligero sangrado, el cual conocemos como sangrado de implantación.
Cada mujer vibra en sintonía con sus ciclos menstruales y cambios hormonales, lo que son sensibles a tu alimentación, estilo de vida, calidad de sueño y manejo del estrés.
La relación emocional con los alimentos, con el cuerpo y con la menstruación nos permite observar, registrar y conocer cuando hay una señal de alerta y cuando esta todo bien.
Es por ello que la alimentación es un factor clave para entregarle los nutrientes y equilibrio necesarios.
Conociendo estos procesos es más fácil entender los requerimientos según la fase del ciclo menstrual y el tratamiento de fertilidad que estés realizando.
Comments